Después de ser testigo fehaciente de la inexistencia del
príncipe azul y además de haber vivido y sobrevivido a un sin número de
relaciones fracasadas, me di cuenta que desde que somos pequeñas nos enseñan…
¡No! De hecho nos programan para creer que si un hombre actúa como un verdadero idiota es porque “algo” siente por
nosotras.
La vida me ha enseñado que no necesariamente es verdad… Si un
hombre actúa como un idiota… ¡Es porque es idiota y ya! El problema comienza
cuando a pesar de que estamos palpando la realidad, cuando la estamos viviendo
y viendo con nuestros propios ojos, hacemos caso omiso a todas esas señales y
empezamos a inventar excusas y a escuchar los “sabios” consejos esperanzadores
de quienes nos quieren, solo para llenar de colores y adjetivos a nuestra
triste agonía y no matar de un solo totazo a nuestra estúpida ilusión.
Deberíamos entonces, ser capaces de pedir consejo a las personas
que menos nos quieren… Justo es ese tipo de personas quienes nos van a dar una
visión real, cruel y dura de nuestra situación pero quizá también la más
acertada, lo mejor que puede recibir una “romántico-suicida” adicta al amor y
al romance…
Es ridículo pensar en todas las idioteces que nos enseñan a
creer desde que somos niñas. Está la patosa e irreverente idea en la que eres
una mujer común y corriente y pasamos mucho pero mucho tiempo idealizándonos la
relación perfecta, el hombre perfecto: ese príncipe azul tan anhelado que va a llegar
a nuestras vidas de la forma más
inesperada pero inolvidable y fantástica posible; de ahí, pasamos a la
perturbadora idea del protagonista de película romántica, de la típica “Chick
flick” o en su defecto el galán de telenovela. Sí, ese que es una completa
porquería (alcohólico, perro, deshonesto, egocéntrico, ladrón, mariguanero,
perezoso o un demente adicto al trabajo, impuntual, demasiado coqueto,
demasiado amable con las mujeres, completamente orgulloso y otros defectos que
sin dudarlo, llenarían todo un post. pero que hoy solo mencionaremos…)
pero que es capaz de cambiar por amor; ahora pasamos a la realidad, esa triste
y patética realidad en la que nuestras abuelas, tías, madres y amigas, nos
repiten hasta convencernos, después de cada tusa, claro, que un día vamos a
conocer a un hombre maravilloso y que con él, tendremos nuestro tan buscado final
feliz: otra invención atroz, una de las más crueles mentiras universales creada
por algún idiota optimista que seguramente era fan de los cuentos de hadas y de los Hermanos Grim.

Y como si no fueran suficientes los engaños que sufrimos desde
la infancia, empezamos a creer en otro tipo de calumnias e inventos… Empecemos
por eso de la “chispa”... Al parecer un culto secreto de hombres inteligentes al
borde de la extinción inventaron la “chispa”, “el click” para no tener que llamar
y poder tenernos soñando, adivinando y convencernos de que la ansiedad que se
desarrolla solo era una chispa... ay pero lo peor no es eso… Lo peor es que
nosotras, a pesar de conocer la química y la física a la perfección (algunas, no
todas –y para este caso es peor aún-) nos creemos todo ese cuento reforzado y
melodramático. ¡Y nos encanta! Nos gusta y nos mata porque somos mujeres y
muchas de nosotras adoramos el drama. Por no decir que todas.
En fin. Este Blog, es para que se diviertan, para que sufran con nuestras historias, para que aprendan de
nuestros errores y aprendan a equivocarse ustedes también. Lo que queremos es
que, de los momentos de nuestras vidas que les contaremos en cada uno de
nuestros post por lo menos se les queden ciertas cosas, algunas reglas que debemos
saber de las relaciones, de los hombres, el sexo, las mentiras, el amor y por
supuesto, el desamor.
La Rana.